miércoles, 21 de mayo de 2025

¡Que mueran ya!





 

Pues sí, podemos estar completamente seguros, esos también van a morir, la decisión está tomada y los que han de ejecutar la sentencia no tienen dudas, están plenamente convencidos y, si alguno vacilara en su último momento, su jefe inmediato no le permitiría duda alguna, la mayoría de las veces porque los actos necesarios están programados y no hay vuelta atrás; si se tratara de un encuentro individual cara a cara, porque hay que proteger la propia vida, todo puede ocurrir; el lanzamiento de las bombas desde los aviones o los disparos desde el carro no están sujetos a discusión; y finalmente si son niños con sus madres casi se les está haciendo un favor: van a morir, y cuanto antes mejor.

 

Vamos por encima de los sesenta y pico mil muertos. De los heridos ni se sabe. Ahora nos dicen que quince mil niños están condenados a muerte dadas sus condiciones de vida. El país está destrozado, es ya inhabitable, los que pudieron salir huyendo ya lo han hecho. Para qué esperar, sinceramente es mejor que se mueran, ¿dónde van a vivir? No quedan casas, nadie les va a recibir en terceros países, su propia situación anímica estará por los suelos, es mejor que se mueran, seguro. ¿Hasta cuándo vamos a seguir castigados con esas imágenes que nos ponen en la tele? Debieran tener en cuenta que los telediarios coinciden con las horas de comer y de cenar, y no es agradable ver lo que nos obligan a ver. Por no hablar de lo del concurso de la canción. ¡Coño! Lo que queremos es escuchar esas magníficas canciones, ver esas coreografías tan preciosas y no esos niños muertos que no conocemos. Es como para quejarse a TVE.


Por favor, queda ya poca gente por morir, dejen en paz a los judíos que acaben ese trabajo, que bastante tuvieron que aguantar ellos en su día.

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