lunes, 1 de julio de 2019

Notas de junio



Breves comentarios sobre asuntos como las negociaciones post electorales, la Orden de la Jarretera, Ahora Madrid, Miguel Hernández, el dichoso fútbol, los millonarios americanos, o la exhumación del dictador, esto último con permiso del nuncio de Su Santidad.





Uno. En los acuerdos alcanzados tras fatigosas jornadas de negociación se ha podido ver de todo. No se trata de ser muy exigente con el nivel de sentido común, cuando éste se ve amenazado por el interés en alcanzar ciertos sillones. Hemos sabido que en aquellas localidades en las que el resultado electoral arroje un empate a 185 votos para las dos fuerzas contendientes, por ejemplo, la ley determina que se recurra al sorteo y sea el azar el que señale cuál de los concurrentes se alce con la alcaldía. En estos pueblos no se cobra un ochavo por ocuparse de lo común y es de agradecer que haya varios vecinos que se presenten en las listas, normalmente, sin otro interés que el de servir a la población. Por tanto, el procedimiento legal del sorteo me parece perfectamente válido. Recuerdo haber leído de un par de casos como el descrito en las recientes elecciones locales.

Pero también se ha producido el empate en poblaciones mucho mayores, incluida una capital de provincia de más de 100.000 habitantes. Y los partidos concernidos han recurrido al formato de compartir la alcaldía en dos períodos consecutivos de dos años cada uno. Primero te pones tú durante dos años, y luego yo los dos restantes. Es decir, que en la primera etapa el partido en el gobierno empieza a aplicar su política y su ideología, y antes de que esto empiece a permear el tejido social, entra el otro partido y hace tabla rasa con lo del anterior...¿Tiene esto algún sentido? Una ciudad no es un pequeño núcleo rural donde la actuación del consistorio tiene un escueto campo de acción. ¿Imaginan ustedes que eso se pueda hacer en una ciudad? Por ejemplo, ¿que el primer consistorio empiece a levantar viviendas sociales, para que el segundo las derribe? Esto no se explica si no es desde la óptica del estricto, puro y duro interés por los sillones.



Dos. En Madrid, con la victoria de la extrema derecha, se ha anunciado ya que se desmontará la ordenación del tráfico llevada a cabo en Madrid Central por Ahora Madrid. Vamos, un atentado de lesa humanidad que desnuda claramente la catadura moral de los nuevos: van contra unas medidas de sentido común, en contra de lo dictaminado por Bruselas y de la salud de los madrileños a quienes dicen servir.


Tres. Sus Majestades el Rey y la Reina han viajado a Inglaterra con ocasión de la fiesta de la Orden de la Jarretera, invitados por sus primos ingleses. Creo que nuestro rey es ahora miembro de dicha orden, y con lo buen mozo que es ha quedado de lo más propio luciendo el atuendo como hemos podido ver en las fotos.
Estoy seguro de que la inmensa mayoría de los españoles nos hemos sentido muy identificados con tal acto, que ratifica y reafirma el enorme interés y afecto que tenemos por este sistema de Estado, culmen de la Constitución de nuestro país.


Cuatro. Es sabido que Miguel Hernández sufrió un par de juicios terminada la guerra. Como en miles de casos similares, el delito del que se le acusaba era el de rebelión; es decir, defender el orden legalmente establecido, que no otra cosa era la República, se tradujo por delito de rebelión. Y hubo miles de jueces que así juzgaron y condenaron a los acusados a penas de muerte, cadena perpetua, y decenas de años en el mejor de los casos.
Para asistir a esos jueces, se formaban tribunales en los que no podían faltar fiscales, testigos y secretarios; se pretendía con ello dar una pátina de legalidad y justicia. Y para el caso que nos ocupa, hubo un secretario judicial, alférez del glorioso ejército español, que levantó acta de las sesiones. En muchos casos, sobre todo cuando se celebraban en horario de tarde, el juez, abotargado por el buen yantar y la libación correspondiente, era despertado de su siesta a tiempo para pronunciar la consabida sentencia de culpable a instancias del secretario judicial.
Ignoro si este fue el caso, o no, pero un hijo del que actuó como secretario en el caso de Miguel Hernández reclama ahora 87 años después, no que se estudie la legalidad o improcedencia del dictamen del que su padre tomo acta, sino que se borre su nombre de los registros.
Digo yo, que si no quiere que se asocie su nombre con el de su padre, siempre puede solicitar un cambio de apellido, pero lo que no es lícito es tratar de tergiversar los hechos. Hechos por los que nadie, dicho sea de paso, le va a reclamar nada. La Memoria Histórica está para que no se olviden los hechos acaecidos, no para tocarle las pelotas a nadie.


Cinco. El llamado deporte rey, el fútbol para entendernos viene protagonizando una serie de hechos nada extraños; no me refiero a la boda de uno de esos jugadores estrella. Estoy hablando de los caos de amaño de resultados en varios partidos de nuestra liga, a distintos niveles, y a la inmensa trama que se montó para conseguir que el mundial de 2022 se celebrara en Catar. Aquí están señalados, no voy a decir imputados, altos representantes de federaciones nacionales, altísimos dignatarios de la FIFA, y presidentes de países y naciones varias.
Ante esto, que ex jugadores, o jugadores que ya están de vuelta en sus carreras deportivas, amañen resultados para jugar sobre seguro y ganar enormes sumas de dinero, no debe parecernos nada extraño. Al fin y al cabo, para eso existen las correspondientes casas de apuestas que, no lo olviden, así como el propio fútbol, proceden de Inglaterra.
Y para remate, lo último que he leído sobre fútbol. Como el fútbol femenino está en auge, el Real Madrid, para no ser menos ni el último, ha comprado un equipo femenino de fútbol recién ascendido a la primera división de esa nueva categoría en nuestro país. Como decía aquél, si es por dinero …


Seis. Seguramente ustedes conocen las declaraciones de hace unos años, quizás seis o siete, del multimillonario Warren Buffet. Señalaba este hombre que las secretarias de su oficina pagaban más que él en la declaración de la renta. Y no lo veía ni lógico ni normal.
Pues bien, ahora un grupo de multimillonarios, igualmente americanos, han dado a la luz un comunicado en el que vienen a decir lo mismo. Es un grupo de 19 personas, de las cuales solo una ha preferido permanecer en el anonimato. El más popular es Georges Soros, que llegó a hacer tambalearse a la Libra Esterlina, orgullo de los ingleses y a la cual rinden veneración. Vienen a decir que ellos son parte del problema de la enorme desigualdad de la sociedad americana, y tomando la propuesta de la senadora Elizabeth Warren, que está en la carrera electoral por el lado demócrata para suceder al de la trompeta, dicen que pagar más es “patriótico y fortalece la libertad y la democracia de Estados Unidos”
Entretanto, en España hemos tenido una animada discusión con la donación del dueño de Inditex a varios hospitales públicos españoles. Para situar las cosas en su justa medida hay que señalar que en la clasificación mundial de acaudalados millonarios, todos los de la lista (dejemos abierta la duda en el caso del anónimo) se encuentran a bastante distancia por detrás de nuestro compatriota.


Siete. Ha pasado otro mes, recuerden que el 10 de junio era el día en que se iban a exhumar los restos del dictador, y estamos como al principio.
Muchos españoles nos preguntamos cómo es posible que el Estado siga pagando el sueldo del falangista que dice misa en Cuelgamuros, más los gastos de mantenimiento del edificio y su paraje, y otros muchos nos preguntamos también, cómo puede quedar en la impunidad el auto del Supremo declarando al dictador legítimo Jefe del Estado desde 1936. ¿Hasta cuando, Catilina?


Ocho. Pedro Sánchez ha mostrado su verdadera capacidad para escabullirse de sus responsabilidades políticas en la negociación con Podemos; la vez anterior negociaba con Podemos mientras tenía un acuerdo cerrado con Ciudadanos. Ahora nos recuerda constantemente que los españoles hemos votado mal y le hemos puesto en un brete. Por su parte, en Podemos la discreción era total hasta que apareció Irene Montero haciendo declaraciones, y Podemos ha vuelto a perder en los medios una credibilidad que estaba recuperando.
Por si no lo han tenido en cuenta ninguno de los dos partidos: ¿No creen que los españoles que han votado en plan progresista verían con agrado un gobierno de coalición en que los ministerios de Podemos fueran encomendados a independientes? Al fin y al cabo, eso sucede en el Psoe y, que yo sepa, en Podemos no dan carnet. ¿O es que Pablo Iglesias posee el don de la ubicuidad, y puede, como la divinidad, estar en todos los sitios a la vez?
¿Qué tal para ministro de Hacienda el representante del cuerpo de inspectores de Hacienda? ¿O para el ministerio de Justicia el presidente de la unión democrática de jueces y fiscales?
A titulo de ejemplo.












1 comentario:

  1. sobre el último punto quiero añadir que pienso que los partidos políticos no son mas que herramientas para hacer política, y no me parece necesario que Iglesias tenga que estar en todos los lados. ¿Por qué no propone a Errejón como ministro, ya que en la ideología no creo que estén tan separados y sría una buena ocasión para la reunificación?

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