Breves comentarios sobre asuntos como las negociaciones post electorales, la Orden de la Jarretera, Ahora Madrid, Miguel Hernández, el dichoso fútbol, los millonarios americanos, o la exhumación del dictador, esto último con permiso del nuncio de Su Santidad.
Uno.
En los acuerdos alcanzados tras fatigosas jornadas de negociación
se ha podido ver de todo. No se trata de ser muy exigente con el
nivel de sentido común, cuando
éste se ve amenazado
por el interés en alcanzar ciertos sillones. Hemos sabido que en
aquellas localidades en las que el resultado electoral arroje un
empate a 185 votos para las dos fuerzas contendientes, por ejemplo,
la ley determina que se recurra al sorteo y sea el azar el que señale
cuál de los concurrentes se alce con la alcaldía. En estos pueblos
no se cobra un ochavo por ocuparse de lo común y es de agradecer que
haya varios vecinos que se presenten en las listas, normalmente, sin
otro interés que el de servir a la población. Por tanto, el
procedimiento legal del sorteo me parece perfectamente válido.
Recuerdo haber leído de un par de casos como el descrito en las
recientes elecciones locales.
Pero
también se ha producido el empate en poblaciones mucho mayores,
incluida una capital de provincia de más de 100.000 habitantes. Y
los partidos concernidos han recurrido al formato de compartir la
alcaldía en dos períodos consecutivos de dos años cada uno.
Primero
te pones tú durante dos años, y luego yo los dos restantes. Es
decir, que en la primera etapa el partido en el gobierno empieza a
aplicar su política y su ideología, y antes de que esto empiece a
permear el tejido social, entra
el otro partido y hace tabla rasa con lo del anterior...¿Tiene esto
algún sentido? Una ciudad no es un pequeño núcleo rural donde la
actuación del consistorio tiene
un escueto campo de acción. ¿Imaginan ustedes que eso se pueda
hacer en una ciudad? Por ejemplo, ¿que el primer consistorio empiece
a levantar viviendas sociales, para que el segundo las derribe? Esto
no se explica si no es desde la óptica del estricto, puro y duro
interés por los sillones.
Dos.
En Madrid, con la victoria de la extrema derecha, se ha anunciado ya
que se desmontará la ordenación del tráfico llevada a cabo en
Madrid Central por Ahora Madrid. Vamos, un atentado de lesa humanidad
que desnuda claramente la catadura moral de los nuevos: van contra
unas medidas de sentido común, en contra de lo dictaminado por
Bruselas y de la salud de los madrileños a quienes dicen servir.
Tres.
Sus Majestades el Rey y la Reina han viajado a Inglaterra con
ocasión de la fiesta de la Orden de la Jarretera, invitados por sus
primos ingleses. Creo que nuestro rey es ahora miembro de dicha
orden, y con lo buen mozo que es ha quedado de lo más propio
luciendo el atuendo como hemos podido ver en las fotos.
Estoy
seguro de que la inmensa mayoría de los españoles nos hemos sentido
muy identificados con tal acto, que ratifica y reafirma el enorme
interés y afecto que tenemos por este sistema de Estado, culmen de
la Constitución de nuestro país.
Cuatro.
Es sabido que Miguel Hernández sufrió un par de juicios terminada
la guerra. Como en miles de casos similares, el delito del que se le
acusaba era el de rebelión; es decir, defender el orden legalmente
establecido, que no otra cosa era la República, se tradujo por
delito de rebelión. Y hubo miles de jueces que así juzgaron y
condenaron a los acusados a penas de muerte, cadena perpetua, y
decenas de años en el mejor de los casos.
Para
asistir a esos jueces, se formaban tribunales en los que no podían
faltar fiscales, testigos y secretarios; se pretendía con ello dar
una pátina de legalidad y justicia. Y para el caso que nos ocupa,
hubo un secretario judicial, alférez del glorioso ejército español,
que levantó acta de las sesiones. En muchos casos, sobre todo cuando
se celebraban en horario de tarde, el juez, abotargado por el buen
yantar y la libación correspondiente, era despertado de su siesta a
tiempo para pronunciar la consabida sentencia de culpable a
instancias del secretario judicial.
Ignoro
si este fue el caso, o no, pero un hijo del que actuó como
secretario en el caso de Miguel Hernández reclama ahora 87 años
después, no que se estudie la legalidad o improcedencia del dictamen
del que su padre tomo acta, sino que se borre su nombre de los
registros.
Digo
yo, que si no quiere que se asocie su nombre con el de su padre,
siempre puede solicitar un cambio de apellido, pero lo que no es
lícito es tratar de tergiversar los hechos. Hechos por los que
nadie, dicho sea de paso, le va a reclamar nada. La Memoria Histórica
está para que no se olviden los hechos acaecidos, no para tocarle
las pelotas a nadie.
Cinco.
El llamado deporte rey, el fútbol para entendernos viene
protagonizando una serie de hechos nada extraños; no me refiero a la
boda de uno de esos jugadores estrella. Estoy hablando de los caos de
amaño de resultados en varios partidos de nuestra liga, a distintos
niveles, y a la inmensa trama que se montó para conseguir que el
mundial de 2022 se celebrara en Catar. Aquí están señalados, no
voy a decir imputados, altos representantes de federaciones
nacionales, altísimos dignatarios de la FIFA, y presidentes de
países y naciones varias.
Ante
esto, que ex jugadores, o jugadores que ya están de vuelta en sus
carreras deportivas, amañen resultados para jugar sobre seguro y
ganar enormes sumas de dinero, no debe parecernos nada extraño. Al
fin y al cabo, para eso existen las correspondientes casas de
apuestas que, no lo olviden, así como el propio fútbol, proceden de
Inglaterra.
Y
para remate, lo último que he leído sobre fútbol. Como el fútbol
femenino está en auge, el Real Madrid, para no ser menos ni el
último, ha comprado un equipo femenino de fútbol recién ascendido
a la primera división de esa nueva categoría en nuestro país. Como
decía aquél, si es por dinero …
Seis.
Seguramente ustedes conocen las declaraciones de hace unos años,
quizás seis o siete, del multimillonario Warren Buffet. Señalaba
este hombre que las secretarias de su oficina pagaban más que él en
la declaración de la renta. Y no lo veía ni lógico ni normal.
Pues
bien, ahora un grupo de multimillonarios, igualmente americanos, han
dado a la luz un comunicado en el que vienen a decir lo mismo. Es un
grupo de 19 personas, de las cuales solo una ha preferido permanecer
en el anonimato. El más popular es Georges Soros, que llegó a hacer
tambalearse a la Libra Esterlina, orgullo de los ingleses y a la cual
rinden veneración. Vienen a decir que ellos son parte del problema
de la enorme desigualdad de la sociedad americana, y tomando la
propuesta de la senadora Elizabeth Warren, que está en la carrera
electoral por el lado demócrata para suceder al de la trompeta,
dicen que pagar más es “patriótico y fortalece la libertad y la
democracia de Estados Unidos”
Entretanto,
en España hemos tenido una animada discusión con la donación del
dueño de Inditex a varios hospitales públicos españoles. Para
situar las cosas en su justa medida hay que señalar que en la
clasificación mundial de acaudalados millonarios, todos los de la
lista (dejemos abierta la duda en el caso del anónimo) se encuentran
a bastante distancia por detrás de nuestro compatriota.
Siete.
Ha pasado otro mes, recuerden que el 10 de junio era el día en que
se iban a exhumar los restos del dictador, y estamos como al
principio.
Muchos
españoles nos preguntamos cómo es posible que el Estado siga
pagando el sueldo del falangista que dice misa en Cuelgamuros, más
los gastos de mantenimiento del edificio y su paraje, y otros muchos
nos preguntamos también, cómo puede quedar en la impunidad el auto
del Supremo declarando al dictador legítimo Jefe del Estado desde
1936. ¿Hasta cuando, Catilina?
Ocho.
Pedro Sánchez ha mostrado su verdadera capacidad para escabullirse
de sus responsabilidades políticas en la negociación con Podemos;
la vez anterior negociaba con Podemos mientras tenía un acuerdo
cerrado con Ciudadanos. Ahora nos recuerda constantemente que los
españoles hemos votado mal y le hemos puesto en un brete. Por su
parte, en Podemos la discreción era total hasta que apareció Irene
Montero haciendo declaraciones, y Podemos ha vuelto a perder en los
medios una credibilidad que estaba recuperando.
Por
si no lo han tenido en cuenta ninguno de los dos partidos: ¿No creen
que los españoles que han votado en plan progresista verían con
agrado un gobierno de coalición en que los ministerios de Podemos
fueran encomendados a independientes? Al fin y al cabo, eso sucede en
el Psoe y, que yo sepa, en Podemos no dan carnet. ¿O es que Pablo
Iglesias posee el don de la ubicuidad, y puede, como la divinidad,
estar en todos los sitios a la vez?
¿Qué
tal para ministro de Hacienda el representante del cuerpo de
inspectores de Hacienda? ¿O para el ministerio de Justicia el
presidente de la unión democrática de jueces y fiscales?
A
titulo de ejemplo.
sobre el último punto quiero añadir que pienso que los partidos políticos no son mas que herramientas para hacer política, y no me parece necesario que Iglesias tenga que estar en todos los lados. ¿Por qué no propone a Errejón como ministro, ya que en la ideología no creo que estén tan separados y sría una buena ocasión para la reunificación?
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