jueves, 23 de abril de 2020

Notas sobre el virus (2)






Siguiendo con estas, a veces, contradicciones, otras veces curiosos parecidos, y otras simplemente coincidencias que yo observo en estos tiempos del virus, vayamos con las siguientes:

Llevamos seis semanas de confinamiento, y cuando leo el periódico local – para informarme acudo a otros medios- me maravilla la capacidad de llenar páginas que tiene el virus este, con lo que yo ya contaba, pero aún más, el hecho de que las páginas deportivas no hayan disminuido. Los redactores deportivos tienen una capacidad infinita para escribir sus artículos sin tener, en realidad, nada que contar. Es cierto que a veces se pasan, mostrándonos fotos de cómo un futbolista belga hace bicicleta estática en la magnífica terraza de su piso, no con vistas, sino encima de la bahía; es decir, como cualquier vecino de la ciudad, y la mayoría de los que van a Anoeta.
La final de la copa aplazada ha sido también un asunto de tal trascendencia que yo mismo tengo claro que estaba programada para el pasado 18 de abril; las opiniones sobre cuando debiera celebrarse y si se va a reanudar o no la liga y qué opciones hay, amén de lo que van a hacer los distintos países europeos es, igualmente un asunto que domino a estas alturas.
Pero lo que de verdad me llama la atención es la pugna soterrada entre los gacetilleros que defienden los colores blanquiazules y los que luchan por los rojiblancos. ¿Saben ustedes que a ambos les paga la misma empresa?

Un suceso muy reciente que nos ha llamado la atención ha sido la detención del que en ese momento era alcalde de Badalona, la cuarta ciudad de Cataluña, y mayor que muchas capitales de provincia. Si ser alcalde es siempre de gran importancia, en estos momentos que vivimos tal trabajo deviene en una tarea urgente, apremiante y, desde luego, estresante. Digo esto porque creo que este hombre ha presentado esta situación de ánimo como la causante del incidente en que se vio envuelto. Y es de justicia reconocerlo así; cuando aplaudimos en los balcones también incluimos a los políticos que están al frente; yo, al menos, así lo siento. Otra cosa es que unos den la talla y otros se queden en el camino, pero tienen esa exposición pública; yo estoy en mi casita la mar de tranquilo y no hago otra cosa que criticar y protestar. Lo que no es de recibo es que algunos políticos se conviertan exclusivamente en esta última clase de personas, cuando son responsables de lo que está ocurriendo por la manera en que han gobernado hasta ahora, y otros, que aún no lo han hecho, mejor es que no tengan esa posibilidad; ya saben a quienes me refiero en ambos casos.
Pero bueno, el alcalde de Badalona ha sido dado de baja en su partido y despojado de su condición; de su comportamiento durante los hechos dará explicación ante la justicia.
De lo que no sabemos nada es de los paseos de Mariano, contraviniendo la norma que a todos – a él también- obliga.
Y por no extendernos más, recordemos al que en el momento de unos hechos similares era Magistrado del Tribunal Constitucional, por designación del Partido Popular – contraviniendo las normas sobre calificación y experiencia para el cargo-, y que fue detenido por la policía municipal de Madrid tas sufrir un accidente de moto y en unas condiciones como las del alcalde de Badalona, que ya han arruinado su carrera política. Enrique López, que así se llama el individuo en cuestión, es actualmente Consejero de Justicia, Interior y Víctimas, de la Comunidad de Madrid, por designación de su Presidenta Isabel Díaz Ayuso.
Cuando decimos que todos los políticos son iguales, debiéramos reflexionar un poco y activar la memoria.

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