lunes, 16 de octubre de 2023

Gaza





 

Ha pasado una semana del inicio de esta masacre y lo único seguro es que el ejército de Israel continúa agrupando hombres y armas para la anunciada entrada en el territorio de Gaza. Entretanto, continúan los bombardeos cada vez más selectivos. Por cierto, ¿se han fijado ustedes cómo caen los edificios? Pareciera que hubieran puesto bombas en los cimientos y al explotar aquellas el edificio cayera como un castillo de naipes; y en los casos de edificios más grandes éstos van cayendo en dos o tres tiempos. Así la devastación es uniforme y el país crecerá en altura gracias a los escombros acumulados. Es preciso reconocer que este ejército de Israel es la pura traducción de la tecnología que acumula ese país en todos los campos del desarrollo. Fíjense si no, en el sistema de espionaje Pegasus que nos alcanzó a nosotros, aunque no sepamos hasta qué punto.


Me he salido del raíl, yo quería señalar que no me parece correcto que los medios se refieran a la guerra Israel-Hamás. Es preciso insistir, a pesar de que los medios de comunicación caigan perseverantemente en el error o en la mala intención, que la guerra es del ejército y el Estado de Israel contra la población de esa repetida “franja de Gaza”, como lo fue la guerra del ejército nazi contra la población judía en la Europa que iban ocupando: un abuso, una masacre, un crimen de lesa humanidad… Tenemos que repetir hasta la extenuación que hay israelíes contra su Estado como hay palestinos contra Hamás. Que somos muchos los que pensamos de esta manera y lo seguiremos haciendo, que debemos hacernos oír cada uno en su medio y que, como dijo aquél venceréis pero no convenceréis.


Y de paso prestemos atención a nuestro problema en Canarias, que hace poco hablábamos de Lampedusa. Pues bien, nuestra Lampedusa nos afecta a nosotros, que seguimos con el desfile que antes se llamaba de la raza, y ahora va camino de ser el de chapote con la presencia cómplice por consentidora del Rey, la Reina y la heredera.


O, ¿es que nos parece normal que la familia real escuche impasible esos gritos y esos insultos? ¿Qué pasaría si se dirigieran a ellos?



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