sábado, 18 de agosto de 2012

Veintiún carros




Así es, veintiún carros. Ni más ni menos. Ni siquiera ha importado el valor de lo que contenían, que, perteneciendo al epígrafe de bienes de primera necesidad, no parece que fuera muy alto.
Este simple hecho de salir de un par de supermercados con veintiún carros cargados de comida y sacarlos gratis para repartirlos entre gente necesitada ha hecho correr ríos de tinta y, sobre todo, ha retratado unas cuántas cosas. A saber:
Ha hecho aún más popular al conocido alcalde de Marinaleda, a quien unos califican de sensible personaje de la izquierda, otros como la perfecta conjugación de los principios teóricos y de la praxis política y otros –en fin- como un oportunista.
Ha puesto de manifiesto la necesidad que hay en este país, acrecentada por la crisis y la falta de perspectivas.
Y ha retratado al ministro español del interior. Le faltaron veintiún segundos para salir en defensa del sacrosanto principio de la propiedad y emitir un mandamiento judicial contra el alcalde Gordillo, mandamiento que, dicho sea de paso, adolece de no sé qué triquiñuelas legales. Esto dejó muy satisfechas a las personas de orden y justicia y muy pocos, entre todo el espectro político –todo hay que decirlo- echaron en falta semejante velocidad de respuesta oficial ante robos mucho más importantes y descarados como los de la trama Gürtel, Urdangarín, Camps o Matas, o el mismo caso de Bankia o los preferentes.
Pero claro, estos otros casos no eran veintiún carros, ni eran braceros andaluces. Son la flor y la nata de esta sociedad hipócrita. Y tienen quienes les defiendan.

3 comentarios:

  1. Estimado Pozas , gracias por todo lo escrito y por responder a mi inquietud ;

    viendo todo lo que nos rodea , el estado de las cosas , etc ... ¿qué hacer para no ser infeliz , triste , pesimista , nihilista o amargado?

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    Respuestas
    1. Pues es facilísimo, Renacentista. Supongamos que escribes desde España: deberías tragarte todos los partidos de fútbol que dan por la tele (que son muchos), ver todos los programas rosa o del corazón, o como carajo se llamen, y cosas de ese tipo.
      Si eres varón elige el fútbol; si hembra, lo otro. Y ya está, perfectamente adocenado, hasta descubrirás rasgos de inteligencia en el rostro de Rajoy. Es un método infalible.
      Y si escribes desde otro país, aplícate el mismo cuento, seguro que encuentras modelos parecidos.

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  2. Con los tiempos que corren, van asaltar más de un supermercado y no precisamente para llamar la atención como el susodicho alcalde sino por verdadera necesidad. Los Gurtal, Urdangarín (que por cierto le tenemos de nuevo en la ciudad condal), Matas y demás acólitos tienen las despensas y otras cosas bien repletas.

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