sábado, 11 de agosto de 2012

Alepo




Hace exactamente seis meses, el once de febrero pasado, publicábamos unas líneas con el título de Homs. Ciudad que encarnaba en aquellos momentos el triste privilegio de ser víctima de la tiranía más absoluta, la que ejerce el sátrapa contra su propio pueblo.
Hoy, once de agosto, aquel privilegio, tras pasar por media docena de ciudades olvidadas, tras mal de quince mil muertos y más de ciento cincuenta mil ciudadanos desplazados y refugiados en los países vecinos, ese privilegio, hay que repetir, recae sobre Alepo, la segunda ciudad del país.
La situación sigue siendo la misma; China y Rusia, más Irán, siguen apoyando al régimen asesino; los demás, también, aunque sea por omisión.
Poco importa ya cuál sea el desenlace de la batalla de Alepo; los maravillosos juegos olímpicos de que disfrutamos –cómplices a su manera- nos ocultan con su absoluto protagonismo en los informativos las lamentables noticias de esa ciudad mártir. Pero aunque el régimen gane esa batalla –ya saben, venceréis pero no convenceréis- tiene perdida la guerra. Lo lamentable sería que hubiera que esperar otros seis meses para publicar otra entrada que, con el título de Damasco, saludara el triunfo de los derechos humanos contra la estirpe de los dictadores.

2 comentarios:

  1. Como me recordaban hace poco; poco pan y mucho circo...

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  2. Así es, Renacentista, y ahora que han acabado los juegos olímpicos, a la prensa no le queda otro remedio que publicar algo sobre Siria...

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