jueves, 3 de noviembre de 2011

Papandreu



Vaya por delante mi confesión: no tengo ni idea acerca de las motivaciones de Papandreu para este movimiento suyo sobre el referéndum; mucho menos, por tanto, de cómo acabará. Les confieso también, que he tratado de comprender, a través de la prensa de hoy, cuáles serían sus razones. Pero la información que se nos proporciona es tan limitada –o mi capacidad de análisis, tan escasa- que no he llegado a conclusión alguna. De modo que sobre esta especie  de enroque, voy a darles la explicación que a mí me hubiera gustado. Supongo que en un par de días se conocerá el desenlace y, de rebote, la explicación. Podremos entonces constatar lo desacertado de mis desvaríos.
Si la memoria no me falla, Papandreu y su Pasok –el equivalente griego al Psoe- ganaron las últimas elecciones a la derecha griega, con un electorado harto de las mentiras y manejos que ésta había encadenado, algunas de las cuales, en estrecha relación con la ingeniería financiera de Goldman Sachs donde trabajaba Mario Draghi, y no como botones precisamente. Pero la situación descubierta al conocer la realidad de las finanzas griegas resultó de tal gravedad que no le quedó otro remedio al nuevo gobierno que acometer medidas restrictivas tan exigentes como las que conocemos. Este proceso ha desembocado en la impopularidad del actual gobierno, que ahora se encuentra por detrás de los que realmente provocaron la actual situación. Es decir, que bien pudiera ocurrir que a Papandreu le tocara hacer el trabajo sucio a la derecha, que, acto seguido, le arrebataría el poder en unas nuevas elecciones.
Esta es la explicación que les mencionaba más arriba. Papandreu  habría considerado que la adopción del plan de rescate con todo lo que conlleva en recortes y sacrificios, debería ser adoptada por un gobierno de concentración nacional, y no exclusivamente por el gobierno de su propio partido para cargar a solas con ese mochuelo.
¿Imaginan si esto lo hubiera hecho Zapatero en nuestro país, en mayo del 2010? ¿Qué discurso habría tenido Rajoy durante todo este tiempo? Y, ¿qué sentido tendría la actual campaña electoral? ¿No habría sido mejor que ambos partidos hubieran remado en el mismo sentido y celebrar las elecciones cuando el campo de regateo estuviera más limpio?

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