La
escena tiene lugar en un país extranjero, en un futuro no muy lejano y muestra
a dos españoles: uno ha llegado de España y el otro ya hace años que vive
fuera.
Este
último le dice al primero:
- ¿Y
qué tal por España?
- No
nos podemos quejar.
- ¡Ah!
Entonces, bien, ¿no?
- No,
no, te he dicho que no nos podemos quejar.
Fin
de la historieta.
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