Una
de las recetas recaudatorias que baraja el gobierno español es cobrar por
circular por autovías; por su parte, el gobierno catalán no parece ver con
malos ojos que algunos de sus ciudadanos esquiven el pago en los peajes de las autopistas
catalanas.
Sin
entrar en consideración alguna sobre la conveniencia de tales medidas, su
justicia o su injusticia, o los agravios comparativos –en cualquiera de las
direcciones- que esto vaya a provocar o pueda provocar, los hechos no
dejan de ser curiosos. Porque, ¿pudiera
darse el caso de que el gobierno español impusiera el pago en autovías
catalanas y el gobierno catalán eximiera de pagar en las autopistas de su red?
Este
blog, que se declara fascinado por la contradicción, no podía dejar de comentar
este asunto.
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