domingo, 5 de junio de 2011

La puta con armiño






Según el María Moliner, las prendas confeccionadas con la piel del armiño, con sus características motas negras, eran el símbolo de la realeza. Entiendo yo que esta era la razón por la que Leonardo pintó el retrato que ahora se expone en Madrid. Porque quién pagó el encargo al genio de Vinci, quería hacerse con todo el poder que consideraba le pertenecía por linaje –qué importa ahora ya quién era, de qué ducado italiano era pretendiente, créanme, no lo sé y no considero necesario documentarme- y, claro, aquél, reprodujo al dichoso animalito entre los amorosos brazos de la joven que era la amante del paganini. Y, naturalmente, si éste hubiera triunfado en sus pretensiones, y si éstas hubieran perdurado hasta nuestros días, hoy, esos supuestos reyes de Italia, serían los descendientes de una puta. Porque eso y no otra cosa eran esas cortesanas que pululaban por las cortes, tratando de conseguir los favores de los poderosos mediante el empleo de sus dones naturales.

¿A qué les suena esto? ¿Qué similitudes encuentran en nuestros días? Qué poco ha cambiado el mundo, ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario