miércoles, 29 de junio de 2011

Sintagma



Según el palabrero, que decía aquél, un sintagma es un grupo de palabras. Vamos, exactamente, lo que ustedes han podido ver, volando, por, entre, cabe, la plaza del mismo nombre en Atenas, yendo y viniendo de la policía a los manifestantes y viceversa. Lo hemos dicho muchas veces, si Roma es nuestra madre, bien podemos considerar Atenas como nuestra abuela. Una abuela próxima, con la que hemos convivido, que nos ha tenido en su halda contándonos viejas historias.

Porque  a historia antigua, a cuento oído, entre el crepitar de los troncos en el viejo hogar, nos tiene que sonar lo que está ocurriendo en esa casa solariega mediterránea que es, para nosotros, Grecia, ya que de su estirpe nació Roma, y de la estirpe romana venimos nosotros.

Vean, si no: El partido que gobernó el país los últimos años –léase el PP griego-, verdadero responsable de la actual situación, que llegó a maquillar sus parámetros económicos merced a la ingeniería financiera cocida en Goldman Sachs, uno de cuyos máximos responsables va a presidir ahora el Banco Central Europeo –es de suponer que como premio-, perdió las últimas elecciones generales. El partidor vencedor, en este caso, el PSOE heleno, abrió el horno, descubrió el pastel y se encontró, de hoz y coz, con el problema. El BCE, de acuerdo con el FMI, ha impuesto una terapia de reducción del déficit que ha llevado a la gente a las manifestaciones que estamos viendo. Y la derecha griega –vuélvase a leer, el PP- ha votado en contra. Esto último ha ocurrido hoy y es un fiel reflejo de lo que sucedió en Portugal esta misma primavera.

Cuando nos miramos en un espejo, éste nos devuelve la fiel imagen de nosotros mismos. Sólo, que a la derecha, vemos nuestra izquierda, y a la izquierda, nuestra derecha.

¿Estamos? Pues eso. 

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